sábado, 17 de enero de 2015

Viaje a Australia V. La recta final.

A falta de poco más de dos semanas para emprender mi viaje decidí contar a mi familia y amigos la aventura que me disponía a vivir, lo había organizado todo a espaldas de todo el mundo sin consultar ni comentar nada a nadie, sólo la persona de la agencia que me estaba ayudando sabía lo de mi "escapada". Trataba de aislarme de las opiniones nocivas de personas que no se atrevieron a hacer algo parecido y comentarios como: Estas loco!! ¿Qué vas a hacer tan lejos? Si no sabes inglés!! Y Solo!!....etc.

Otro de mis ídolos dijo: "Nunca dejes que nadie te diga que NO puedes hacer algo, las personas que NO son capaces de hacerlo, te dirán que tu tampoco puedes"…Y así hice, no las dejé que dijeran nada.

Aunque no sé si debido a la resignación de no poder convencerme ya, pero todos aceptaron la noticia de bastante buen grado, dando palabras de ánimo y celebrando alguna que otra despedida en mi honor, algo que fue de agradecer.
No sé si he comentado que me crié en una barriada humilde de corte rural perteneciente a un pequeño pueblo donde el hecho de pasar una semana de vacaciones en Portugal ya era como si hubieras conquistado la Antártida. Es como vivir en los 60's pero con Internet y sin "flower power"…


En fin, ya tenía mi maleta preparada, mi billete comprado y mi mente convencida de que iba a triunfar allí. Tomé el tren hasta Barcelona y desde allí ya me esperaban 13 horas de vuelo hasta Singapur, donde haría escala y pararía durante 4 horas para finalmente, volar las últimas 7 horas hasta Brisbane (Australia). La ciudad que había elegido por no ser tan grande como Sydney o Melbourne, pero en auge y con un buen clima. El tiempo acabaría confirmando que había hecho una buena elección.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tus comentarios.